jueves, 30 de junio de 2011

Belluga y el Corazón de Jesús.

Si bien los datos son escasos y desconocemos el final de la actuación de Belluga en la consecución del oficio y misa del Corazón de Jesús, si podemos confirmar la intervención, en 1735, del Prelado motrileño en esta causa.

Habiéndole hecho llegar el Arzobispo de Burgos veinte cartas de Obispos españoles adhiriéndose a la petición de oficio específico para el culto al Sagrado Corazón, junto con una petición expresa del rey Felipe V, Belluga, en palabras que no dejan lugar a duda sobre su decisión de apoyar la causa, le contesta en los siguientes términos:

"Viva Jesús. -Rmo. Señor. -Sr. mío: Recibí la de V. S. con la carta (real) para S. Santidad para el oficio y misa del Corazón de Jesús, cuya gracia espero se consiga, no obstante que tres veces ha salido denegada en la S. Congregación de Ritos: la primera, pidiéndola el Rey de Polonia; la segunda, pidiéndola S. Majestad (el Rey de España); y la tercera, pidiéndola la Reina de Francia: mas siempre por uno o dos votos. Yo siempre he estado fortísimo por esta gracia, y habiendo ya muerto dos Emmos. que gallardamente la contradecían, espero que con la nueva carta de S. Majestad se puedan vencer las dificultades que se proponían, las que no eran todas despreciables, mirando todas a la dificultad de cuál era el objeto de esta fiesta. Y por dividir las dependencias del Ministro, he dado la carta al Emmo. Aquaviva para que la presente a S. Santidad con las que yo tengo acá de los Sres. obispos: y a mi cuidado queda la solicitud. Y quedo al servicio de V. S. con el más verdadero afecto, y ruego a N. Señor guarde a V. S. muchos años en su santa gracia. -Roma y Julio 31 de 1735. -Rmo. Sr. De V. S. muy afecto. -L. Cardenal Belluga”

miércoles, 22 de junio de 2011

Belluga y el Colegio de San Clemente de los españoles en Bolonia


El Colegio de San Clemente de los Españoles en Bolonia fue fundado en 1369 por inspiración de D. Gil Álvarez de Albornoz (1295-1367), Arzobispo de Toledo en 1338 y creado Cardenal por Clemente VI en 1350, quien testó dejando todos sus bienes para la construcción y dotación de la institución boloñesa.

Por voluntad de sus fundador los colegiales debían ser todos eclesiásticos y en numero de 27. El colegio era dirigido por un rector bajo la suprema protección del Papa, que se ejercería a través de un Cardenal Protector. Este cargo debía ser confiado al cardenal español que residiera de forma estable en la corte romana.

Al ser el cardenal español más antiguo residente en Roma, Belluga fue nombrado Protector del Colegio de San Clemente en 1725, ostentando el cargo hasta su fallecimiento en 1743.

En su trabajo “El Cardenal Luis Belluga y el Colegio de San Clemente de los Españoles en Bolonia” el profesor F. Víctor Sánchez Gil, tras sintetizar la historia, organización y funcionamiento de la institución albornociana, ha transcrito toda la correspondencia conservada que mantuvo el Cardenal Belluga con los distintos rectores del colegio.

Un más que interesante ejemplo de la ardua labor del motrileño en los múltiples asuntos en los que desplegó su infatigable trabajo durante sus años en Roma.

De toda la correspondencia trascrita nos llama poderosamente la atención las palabras de Belluga en su carta de 16 de junio de 1742. Ya anciano y enfermo, en un gesto de humildad, el Cardenal reconoce su debilidad: “Yo enfermo y en edad de 80 años, no estoy para leer ni para responder a estas cartas, si solo ayudar y solicitar quanto pueda ser del mayor decoro verdadero de essa Comunidad…”

jueves, 16 de junio de 2011

Belluga y la definición del dogma de la Inmaculada.

Entre 1732 y 1734 Belluga, convencido inmaculista, trabajó infatigablemente por el reconocimiento y definición del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

No existiendo ya controversia desde el punto de vista teológico, Clemente XII solicitó para su declaración dogmática la petición unánime de los países católicos, confiando al cardenal motrileño la recopilación de las distintas súplicas.

Belluga se encargó personalmente de solicitar dichas súplicas al Rey de España y a todos lo estamentos eclesiásticos españoles. Consiguió la adhesión de los cardenales representantes de estados católicos presentes en Roma y, con ayuda del Procurador General de los Franciscanos, buscó la adhesión del rey de Portugal y de los distintos estados italianos.

A pesar de recopilar 290 súplicas, la indefinición de grandes estados católicos como Francia, Austria o Portugal que, como indica el profesor Vilar, tenían “la impresión de que aquello respondía a una iniciativa española que no a un deseo universal del mundo católico”, terminaron haciendo naufragar el proyecto que se haría realidad de mano de Pío IX en 1854.

jueves, 9 de junio de 2011

Gran Cruz de San Genaro

Carlos III de España
Carlos III de España (Madrid, 1716-1788), fue el tercer hijo varón de Felipe V, primero que tuvo con su segunda esposa, Isabel de Farnesio. Antes de su ascenso al trono español en 1759 a la muerte de su hermanastro Fernando VI, Carlos fue Rey de Nápoles y Sicilia (1734-1759), donde, con motivo de su boda con la Princesa María Amalia de Polonia y Sajonia en 1738, creará la Real Orden de San Genaro, Patrón de Nápoles.

Gran Cruz de San Genaro
Como la orden más alta del Reino, tenía la intención de igualar en rango a la del Toisón de Oro, otorgado por el Rey de España, siendo los principales deberes de los Caballeros desde su fundación “el crecimiento, a toda costa, de la santísima Religión y virtuosamente obrar para llegar a ser heroico ejemplo de la piedad hacia Dios, y de fidelidad hacia su Príncipe”.

En la lista de sus primeros miembros, junto a tres príncipes, los Infantes Don Felipe (duque de Parma) y Don Luis, y el hermano del rey Friedrich Christian de Sajonia, príncipe de Polonia, fueron incluidos dos cardenales, Troiano Acquaviva y Luis Belluga y Moncada, a quien le fue impuesta la gran cruz el 9 de junio de 1738.


El profesor Vilar  explica que dicha condecoración se debió a la decisiva participación de Belluga en la instalación de los Borbones en el reino de Dos Sicilias y que según expresó el propio Carlos VII se hizo “…ad elezzione ed arbitrio di Sua Maestà Cattolica,suo Augusto Padre”.

En el retrato que acompaña estas líneas puede apreciarse la mencionada distinción sobre el pecho del purpurado y, asimismo, en el grabado de M. Sorello aparece pendiente del escudo de Belluga.