Al Cardenal Camarlengo corresponde la certificación oficial de la muerte del Papa en un ceremonial que concluye, destruido el sello y anillo papal y cerrados los aposentos del pontífice, con la comunicación oficial del óbito a los dignatarios principales de la Curia romana, al Decano del Colegio de Cardenales y al Vicario General de Roma quien, a su vez, lo da a conocer a la opinión pública.
Corresponde al Camarlengo durante la Sede Vacante la supervisión de la Cámara Apostólica , es decir, el gobierno temporal de la Santa Sede. Sin embargo, durante este tiempo, no es responsable del gobierno espiritual que se encarga al Colegio Cardenalicio, a quien corresponde asimismo la preparación de todo lo necesario para la elección de un nuevo Papa.
El Decano del Colegio Cardenalicio elegido entre sus miembros, preside este órgano de asesoramiento del al Sumo Pontífice, le corresponde la celebración de las exequias papales así como presidir la misa Pro eligendo Papa previa la inicio del conclave. El Vicedecano es igualmente elegido por los cardenales y sustituye al Decano cuando éste está impedido.
En definitiva tres altos cargos curiales fueron desempeñados por Belluga, si bien los datos sobre su ejecutoria son, por el momento muy escasos.
Así la profesora Vilar afirma que Belluga “ocupó interinamente la secretaría de Estado”, y varias fichas bibliográficas del motrileño señalan entre el 26 de enero de 1728 y el 2 de julio de 1729, el periodo en que Belluga fue Cardenal Camarlengo. Por su parte es el profesor Vilar quien nos refiere que en 1740 de los 68 cardenales que participaron en el cónclave que eligiera a Benedicto XIV, Belluga resultó ser el segundo en antigüedad.