Así titula su obra Juan Ortiz del Barco, seudónimo con que firmaba sus trabajos el cronista motrileño Manuel Rodríguez Martín, con la que quiso salir al paso de algunas teorías que pretendían en Belluga secretas aspiraciones para alcanzar el Capelo cardenalicio.
En la obra, publicada en 1913, Ortiz del Barco trascribe la correspondencia cruzada por Belluga y Clemente XI, demostrando que la aceptación de la púrpura sólo se produjo después del expreso mandato del Santo Padre.