Si bien es cierto que la iniciativa del establecimiento de un colegio de los Jesuitas en la ciudad de Motril partió del Cabildo Municipal en 1728, no es menos cierto que una vez tomada la decisión su primera acción fue dirigirse a Belluga para que con su ayuda y patrocinio el colegio fuera una realidad; no en vano ya en 1720 al crear dos cátedras de Filosofía y Teología en Motril, el Cardenal había previsto la posibilidad de la fundación jesuítica.
Antiguo edificio del Colegio Jesuitas en Motril |
Pero no será hasta 1740 cuando el colegio sea una realidad educativa en Motril, y por supuesto gracias a la decidida acción de Belluga, que en 1739 donará 30.000 ducados entre fincas, bienes raíces y dinero en efectivo para el establecimiento del centro educativo, que contaría con 30 plazas para colegiales y las cátedras de filosofía, teología, leyes y cánones.
Plano de la planta baja del colegio |
Belluga encargó la fundación del que sería Real Colegio de San Luis Gonzaga de Motril al padre Bernardo de Vargas, Catedrático de Teología escolástica de Pavía en la Universidad Gregoriana del Colegio Romano de la Compañía de Jesús, Calificador de la Suprema y General Inquisición de España y examinador sinodal del Arzobispado de Sevilla, quien tomo posesión del mismo el 12 de noviembre de 1740.
El edificio del colegio motrileño ocupaba el espacio del hoy Colegio y Convento de Nuestra Señora del Rosario de la Orden Dominica. Tenía Capilla propia (la actual del colegio) y en sus dos plantas se distribuían las aulas la residencia de los Padres Jesuitas y todas las dependencias propias de la casa.