Como hemos comentado para el ingreso en el Colegio de Santa María de Jesús era necesario demostrar la limpieza de sangre, es decir, no ser descendientes de moros o judíos, así como comprobar la legitimidad familiar y buenas costumbres del aspirante.
Para la concesión de la beca que permitiría la estancia de Belluga en el colegio sevillano, el 21 de septiembre de 1685 D. Diego Félix de Capeda y Cobos, a la sazón Rector de la Institución , abrió el oportuno expediente de "Limpieza de genealogía, vida y costumbres". El expediente completo, que consta de 116 hojas y contiene un extenso número de testimonios sobre la familia, vida y personalidad de Belluga, fue aprobado cuatro meses después, el 24 de enero de 1686.
Un concienzudo interrogatorio de dieciocho preguntas que se realizó, bajo juramente, a conocidos y familiares de Belluga en Sevilla, Granada y Motril, ciudades, éstas dos últimas, a las que se desplazó D. Juan Ignacio de Alfaro y Aguilar, Colegial de Santa María de Jesús, para recoger de primera mano los testimonios de los familiares, vecinos o compañeros del futuro Cardenal.