miércoles, 13 de julio de 2011

Precursor del ecumenismo

La importantísima labor llevada a cabo por Belluga al frente de la Congregación de Propaganda Fide (Propagación de la Fe), lo hace merecedor de ser considerado uno de los más adelantados promotores del ecumenismo.

Sus actuaciones se dedicaron por una parte a preservar y ayudar a las pequeñas comunidades de católicos orientales que habían quedado aisladas después del cisma ortodoxo en Ucrania, mundo eslavo, Turquía europea, Libia, Siria, Mesopotamia e incluso la India, donde se fundaron conventos y escuelas católicas, y donde se consiguió su reconocimiento y seguridad.


Edición en árabe de Ortodoxae
Fidei onfesio.

Una segunda línea de actuación consistió en el acercamiento a iglesias orientales completamente alejadas de Roma, fundamentalmente armenios, repartidos entre Rusia y el Imperio Otomano y a cuyo patriarca Belluga escribió haciéndole ver el antigua reconocimiento de su comunidad al Obispo de Roma, y monofisitas coptos, egipcios y etíopes, con quienes también mantuvo amigable correspondencia y a quien remitió una traducción árabe de su obra Ortodoxae Fidei Confesio de 1735, de la que señala Vilar “invoca y exalta la fe común […] e invita a una reflexión conjunta que posibilitase la aproximación a Roma”.

No faltaron movimientos similares con las iglesias de Mesopotamia, Persia, la India, o el Tibet, donde los enviados de Belluga fueron muy bien recibidos por el Dalai Lama, y donde fructificaron numerosas misiones cristianas.