El nombramiento de Belluga como Obispo de la diócesis de Cartagena con sede en la ciudad de Murcia en 1705, vendrá precedida por el interés de Felipe V, ante la situación militar de la zona en la guerra de sucesión española, por que aquella sede fuera ocupada por alguien cercano a la causa borbónica.
El joven lectoral de la Catedral de Córdoba había redactado en 1704 un informe jurídico titulado “Defensa de los derechos del Señor Don Felipe V”, publicado en 1705 (recogido parcialmente en Imagen y propaganda de guerra en el conflicto sucesorio. (1700-1713) por Cristina Borreguero Beltrán), y que junto a los informes del Obispo Salazar y el jesuita confesor del Rey, convencieron al monarca para la presentación al Papa del candidato motrileño.
El Cardenal Salazar consagrará al nuevo obispo en su capilla de la catedral cordobesa (capilla de Santa Teresa) el 19 de abril de 1705, haciendo su entrada en la sede murciana el 5 de mayo de ese mismo año.